Los diálogos liberadores

Definición.        

Los diálogos liberadores son entrevistas ritualizadas de corta duración. Al igual que los diálogos esenciales, transmiten la perspectiva de la Realización instantánea. Pero mientras que los diálogos esenciales lo hacen de una manera colectiva, los diálogos liberadores se dirigen a una sola persona. 

Necesitad de una solicitud.     

No se propone a los practicantes la realización de diálogos liberadores. Los practicantes mismos deben solicitar un diálogo esencial cuando sientan la necesidad de ello. Cualquier organización para la realización sistemática de diálogos liberadores los volvería artificiales.              

Observemos que algunas personas reciben la totalidad de la transmisión iniciática sin tener necesidad de realizar un diálogo interior.       

Esta clase de diálogo sólo se debe solicitar en caso de una necesidad real. 

Utilidad.                 

Los diálogos liberadores son útiles cuando una persona piensa haber aprehendido la Verdad, pero necesita de una confirmación acerca de lo que ha comprendido o sobre lo que está viviendo.  

Asimismo, son útiles cuando después de un desvelamiento de la evidencia de nuestra Realidad esencial, un nuevo velo se vuelve a formar. 

Detalles de las características rituales.           

El practicante espera la señal sonora del instructor.

Habiendo sonado la señal, va a sentarse en frente del instructor.

Durante toda la duración del diálogo esencial, sus ojos no deberán dejar la mirada del instructor, con el fin de establecer un contacto profundo sobrepasando la mera comunicación verbal.        

Al cabo de cierto tiempo, el instructor le pregunta el motivo por el cual este diálogo ha sido solicitado.        

En respuesta a la formulación de la persona, empieza el diálogo esencial propiamente dicho.      

Se caracteriza de parte del instructor, por una espontaneidad total. Nada está preparado o estereotipado: todo surge de una Fuente que sobrepasa al mental. Puede ocurrir que confiera a sus palabras un carácter a veces extraño, o abrupto.   

En ocasiones, el instructor contesta a una pregunta, pero otras veces permanece en silencio con el fin de favorecer la toma de conciencia inmediata de la Realidad.                                           

Cuando llegue el momento de poner fin a un diálogo esencial individual, el instructor junta las manos y saluda al practicante. Este le devuelve su saludo y abandona el lugar, o bien vuelve a sentarse en silencio.          

Este procedimiento ritual deberá haber sido bien memorizado por la persona que haya pedido un diálogo liberador.   

Accesibilidad.      

Los diálogos liberadores son reservados a las personas recibiendo la iniciación. Pueden cumplirse, después de haber concertado una cita, en el lugar donde resida el instructor. 

También son posibles durante los seminarios de profundización y los retiros contemplativos. En este caso, aunque el diálogo liberador esté dirigido, de manera individual, a la persona que le haya pedido, se efectúa en la presencia silenciosa de los demás practicantes.           

Posibilidad de diálogos liberadores a distancia.        

Aunque eso ampute al diálogo liberador de ciertos aspectos esenciales,  cuando una persona siente la necesidad de un diálogo liberador y que se encuentre en la imposibilidad de reunirse físicamente con su instructor, podrá realizar este diálogo a distancia.           

En este caso, la Webcam es claramente preferible, porque el diálogo esencial por teléfono está aún más amputado de resonancias espirituales que el que se hace por Webcam.           

La persona pidiendo beneficiarse de un diálogo liberador a distancia debe mencionar claramente su deseo en su petición y debe saber que el diálogo liberador a distancia obedece a ciertas reglas rituales que tendrán por consecuencia el no poder mezclarse con una comunicación clásica. 

Limitación.              

No puede haber más de un diálogo esencial individual por año y por una misma persona.