Las estancias fraternales

Características generales

Las estancias fraternales se realizan en período de vacaciones y proponen igualmente un modo de vida colectiva en un ambiente relajado y de convivencia. . 

Están abiertos a las parejas y sus niños, mezclando practicantes con no practicantes. Tienen por finalidad permitir a los practicantes establecer contactos fraternales entre ellos. Ahora bien, las relaciones humanas que pueden establecerse entre las personas recorriendo el mismo camino de Realización constituyen una ayuda evidente. Es por tales relaciones que se constituye una Sangha, una Comunidad espiritual de practicantes.      

En las estancias fraternales, las personas que no están trabajando con el mismo instructor tienen la posibilidad de encontrarse.

Se debe acudir a una estancia fraternal para compartir una vida colectiva, encontrarse con otros “buscadores de la Verdad”, “recargar sus pilas” espiritualmente, tener un tiempo para leer y reflexionar.    

Existe también en las estancias espirituales una voluntad de clarificar las relaciones entre los instructores y las familias de los practicantes. De tranquilizar los “no-practicantes” que temen que su cónyuge haya “caído bajo la influencia de una secta”.  

Accesibilidad      

Se puede participar en unos seminarios después de haber recibido el tercer envío de la primera etapa de la iniciación, cumpliendo con las condiciones exigidas.         

 Las personas que no estén recibiendo la iniciación pueden igualmente participar en estancias fraternales, a condición de estar acompañadas y apadrinadas por una persona que cumple con los requisitos. El apadrinamiento implica el hecho de que las personas que acompañamos no vienen para cuestionar y perturbar el proceso espiritual propuesto. 

Es en razón de este apadrinamiento que se puede acudir con su pareja, con niños o con amigos no-practicantes.

Duración de la estancia         

Cada uno determina libremente la duración de su estancia.       

Organización material 

Las estancias fraternales se desarrollan en el domicilio de un instructor, o bien en cualquier casa prestada para la circunstancia.

El alojamiento es gratuito, ya que la fraternidad no se comercializa. 

Se pide sin embargo a las personas alojadas realizar unas compras para participar en los gastos de alimentación. Esta participación solo puede hacerse bajo la forma de compra de comida y no en forma de contribución financiera, puesto que no se acepta ninguna cantidad de dinero.        

El programa de las actividades está expuesto, pero la participación en ellas es libre. 

Tareas domésticas 

La preparación de las comidas incumbe a los participantes, que establecerán entre ellos uno turnos de servicio.           

Asimismo, recae sobre los participantes la limpieza de todos los espacios utilizados. 

Régimen 

La alimentación debe ser estrictamente vegetariana para todos. Ni carne, ni charcutería, ni pescado. Se permite, sin embargo, el consumo de productos lácteos necesarios para el equilibrio alimenticio.

Es igualmente de rigor la abstención de toda clase de bebidas alcoholizadas y de drogas (duras o blandas). 

Trabajo manual        

Cuando el lugar necesita unas construcciones, unas restauraciones o un mantenimiento, los que lo deseen pueden, durante tres horas, aportar su contribución a estos trabajos.

El trabajo manual, en el cual participa el instructor, tiene por ventaja inestimable la de “hacer caer las caretas”, de hacer desaparecer las ideas recibidas y las idealizaciones, de romper el rol espiritual al cual algunos están jugando, con el establecimiento de relaciones humanas simples y auténticas.    

Ocio      

Cada uno puede hacer excursiones en la región a su antojo

Se pueden organizar entre los residentes excursiones en coche, a pie o con bicis.

No se plantea ningún trabajo espiritual durante los cuatro días lunares de la luna llena, de la luna nueva, ni de los cuartos de la luna creciente o menguante. Siendo los días lunares días de ayuno para los que lo deseen. 

Descanso dominical        

El domingo es un día de descanso y de libertad; ningún trabajo físico, ni ningún programa espiritual están propuestos. Cada uno puede realizar de forma individual las prácticas espirituales que desee.  

No se realiza ningún tipo de contacto espiritual individual.  

Práctica espiritual cotidiana        

Las estancias fraternales no proponen ninguna práctica espiritual intensa, sino una práctica espiritual mínima.        

El programa cotidiano propuesto se limita a la realización de dos meditaciones colectivas: una por la mañana, la otra por la tarde.         

Hay también, al final de la jornada, una hora dedicada al diálogo espiritual y a la enseñanza oral.       

La participación en las meditaciones y en los diálogos es opcional, ya que las estancias fraternales están abiertas a las personas que no reciben la iniciación.         

La sala de meditación permanece disponible todo el día de forma que las personas deseosas de entregarse a una práctica de la meditación más intensa puedan hacerlo 

Posibilidades de contactos espirituales individuales

A petición, durante las estancias fraternales, se pueden realizar: 

- Unas entrevistas de aclaración (una persona por día).        

- Unas entrevistas liberadoras. 

- Unas transferencias espirituales.         

Combinación con jornadas de interiorización       

Es posible combinar las estancias con la realización de jornadas de interiorización en las cuales participarán las personas que lo deseen.     

Estas jornadas de interiorización pueden desarrollarse durante los cuatro días de la luna llena, de la luna nueva, y de los cuartos de la luna creciente o menguante.  Pero también pueden tener lugar al final de la semana cuando parezca preferible. 

Estas jornadas conciernen a los residentes que lo deseen, pero también pueden estar abiertas a visitantes.