Naturaleza de la Realización

Hagámonos la pregunta fundamental:

¿Qué es la Realización de la No-Dualidad?

No es, como hemos dicho, la obtención de algo nuevo: somos ESO, desde siempre y para siempre jamás.

La Realización  se define como el reflejo constante del Absoluto en el seno de la realidad humana relativa.

¿Qué es lo que determina la presencia o la ausencia de un reflejo?

Es la calidad de la superficie reflectante.

La necesidad de una práctica de purificación y de dominio en el nivel humano se resume entonces de la manera siguiente:

Es necesario mejorar la capacidad humana de reflexión.

Del mismo modo que el sol no se reflejará en un estanque lleno de fango o invadido por plantas acuáticas, nuestro Sí (Atmâ) no se reflejará si el psiquismo del hombre es impuro o agitado por la ausencia de dominio de sí mismo.

Por consiguiente, comprender que somos la transcendencia de la Realidad suprema no es más que un simple, pero indispensable, requisito previo. Entre los que entran en contacto con nosotros, algunos ya han obtenido este requisito, mientras que otros deben trabajar para su obtención.

Pero en ambos casos, la práctica tiene que ser doble: por una parte, purificación y dominio del hombre cuya interioridad debe servir de espejo, y por otra parte, trabajo gnóstico intentando desvelar nuestra Realidad absoluta de manera cada vez más amplia y profunda.

Esto es la finalidad de lo que os proponemos.