Translate

El hombre como servidor

Sri Ramakrishna resume en una frase la perspectiva que es la nuestra al decir:

« Está en mí El y su servidor».

El estudio comparativo de las enseñanzas espirituales nos muestra que existen tres tipos de enseñanzas: las que se sitúan en el nivel del “servidor”, las que se sitúan en el nivel de “El” y finalmente las que, como la que proponemos, engloban “El y su servidor”.

Ocuparse únicamente de las relaciones que deben establecerse entre El y el hombre, su servidor: es el posicionamiento religioso.

Conocerme como El y dejar de lado al hombre: es una Vía de Gnosis exclusiva.

Conocerme como El, y permitir al hombre cumplir, en el seno de la ilusión cósmica, su finalidad de servidor: es la Vía que proponemos.

En una perspectiva devocional (bhakti), el hombre debe llegar a ser el servidor de Dios, y este estado de servidor sólo puede obtenerse por el dominio del comportamiento y por la sumisión a las Enseñanzas divinas.

En una perspectiva no devocional, el hombre debe llegar a ser el servidor de su Sí.

Las dos perspectivas llegan a lo mismo, puesto que el Sí no es otra cosa que la presencia de Dios en el hombre.

En una u otra de estas perspectivas, el hombre adquiere el estado efectivo de servidor, cuando su intelecto permanece constantemente arraigado en la presencia de la Realidad suprema, que es a la vez Dios, y vuestro Si, es decir vuestra Identidad verdadera más allá de las apariencias humanas. 

Esta noción de « servidor » no es fruto de una teoría, sino de una constatación:

Del NO ACTUAR de esta Realidad suprema, cuando el espíritu permanece en contacto con ella, emana una irradiación que le inspira y le guía.

Para llegar al estado de servidor, el espíritu y el intelecto del hombre deben dominar al alma, al mental. Pero el practicante no debe identificarse con este dominio que está relacionado con el actuar. Sois la Consciencia-Testigo no actuante que percibe este dominio, estos intentos, estos logros y estos fracasos.

Trabajar el dominio del comportamiento y al mismo tiempo identificarse con el hombre, significa permanecer en la ignorancia metafísica (avidya) de lo que está más allá del compuesto humano. 

Desidentificarse del hombre sin trabajar el dominio del comportamiento, significa impedir cualquier integración en la constancia de la vivencia humana del Conocimiento metafísico (Para-Vidya). 

Al estudiar el contenido de las enseñanzas espirituales, podéis constatar que, por desgracia, un gran número caen del lado de lo que llamaremos una « ignorancia gnóstica », puesto que el acento está puesto en la ética y el dominio del comportamiento, mientras que la confusión entre nuestra Presencia, nuestro Sí que percibe, y el hombre, no es eliminada.

De una manera tan deplorable como la otra, otra categoría de enseñanza propone la desidentificación respecto al compuesto humano, pero cae del lado de lo que llamaremos una « Gnosis impotente», es decir, incapaz de integrar los frutos del Conocimiento en la constancia de la vivencia cotidiana, y eso en razón de una ausencia de trabajo en el nivel del alma, tocante al dominio del comportamiento.

¡Ojalá podáis andar “en el filo de la navaja” y evitar estos dos escollos!