Relación entre iluminación y etapas de la iniciación
Cuando la Realización instantánea da sus frutos, resulta de ello un repentino desgarramiento del velo de la ilusión, una súbita aprehensión intuitiva que llamamos “iluminación”. Esta luz es una iluminación del intelecto, a veces cegadora por su intensidad, que cambia de manera radical nuestra aprehensión de la existencia; una repentina y silenciosa comprensión vívida que no tiene nada que ver con una experiencia de tipo extático acompañada de visiones y fenómenos paranormales.
Con esta iluminación, comprendemos lo que nunca hemos dejado de ser. Lo comprendemos sin esfuerzos, como una evidencia serena.
Sin embargo, cuando la iluminación haya sido obtenida, se aconseja seguir con la recepción de las etapas de la iniciación hasta el final. Porque su recepción no hará sino reforzar y estabilizar el desvelamiento iluminador.
Se puede decir que la iluminación es una “Realización espontánea y salvaje”. Como tal, puede dejar en la sombra algunas facetas de lo Real, puesto que existen iluminaciones completas e iluminaciones incompletas.
Por consiguiente, el posicionamiento de nuestra pedagogía es el siguiente: intentamos provocar el fenómeno de iluminación intelectual que otorga una comprensión vívida definitiva y que deja en el espíritu un surco imborrable. Pero, en oposición con otras escuelas, no consideramos la iluminación como un fin en sí mismo. Constituye una ayuda muy importante, que puede sobrevenir durante la recepción de las etapas iniciáticas, o no ocurrir, pero que tiene que ser completada con el trabajo progresivo, sistemático y analítico de las etapas iniciáticas.
Añadamos que, si bien algunas personas experimentan el fenómeno de iluminación, este no se produce en otras, aunque su Realización sea idéntica. Para aquellos que no pasan por la iluminación, en lugar de un súbito desgarramiento del velo de la ignorancia, se produce un deshilamiento, un desgaste progresivo. Lo importante, en ambos casos, es que el velo desaparezca.
- Nivel del hombre y nivel de la Trascendencia.
Numerosas enseñanzas se sitúan, o bien en el nivel del hombre: su evolución espiritual, su devoción, su salvación, o bien en el nivel de la Trascendencia: negación del ego, del hombre, identificación con lo Divino, unión mística, Liberación de la ilusión transmigrante.
Proponemos una enseñanza que abarque a ambos niveles. Toda persona que esté pensando trabajar con nosotros debe captar de manera muy clara esta característica para comprobar si lo que le proponemos corresponde a su búsqueda personal.
Resulta evidente que un enfoque simultáneo de los dos niveles es más rico, pero también es verdad que presenta unos aspectos más sutiles que pueden ser mal interpretados por ciertas personas.