Relación entre exoterismo y esoterismo

El espíritu transmigrante debe por medio del ascesis (tapas) domar el alma, el psiquismo en el cual se ha encarnado, para hacer de ella su vehículo.

El esfuerzo por respetar las Reglas de vida y los ritos teúrgicos, constituye lo esencial de este necesario dominio del alma por el espíritu, que se sitúa en una perspectiva exotérica.

Por otro lado, las etapas de la iniciación se sitúan en la perspectiva del esoterismo, que tiene por objetivo realizar vuestra Identidad metafísica, vuestro Sí (Atmâ), que se sitúa más allá de los tres aspectos físico, psíquico y espiritual del hombre. 

En oposición con lo que algunos propagandistas modernos se han imaginado, la realización de la perspectiva esotérica no debe efectuarse a partir del rechazo del exoterismo sino, por el contrario, sobre los fundamentos de una práctica exotérica seria. Eso es la razón por la cual os proponemos dos niveles de práctica:

- En primer lugar.
Un trabajo exotérico de purificación y de dominio de sí mismo, que se sitúa en el nivel  humano y que consiste en el respeto de las Reglas de vida y la realización de algunos ritos. Este trabajo exotérico constituye el nivel elemental que establece un contexto de vida favorable para el arraigamiento de la Gnosis y el perfeccionamiento del receptáculo humano del Conocimiento.

- En segundo lugar.       
Un trabajo esotérico que, por medio de la serie de las etapas iniciáticas, tiene por finalidad la superación de las identificaciones engañadoras que nos vinculan de manera ficticia con el hombre, y al establecimiento de vuestra vivencia en el nivel del Sí.  Este segundo trabajo se caracteriza por la adquisición del Conocimiento liberador y la superación del hombre.