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Intramundanidad y extramundanidad


- Definición. 
Existen dos tipos de Vías espirituales:
- Las Vías extramundanas, que conllevan el hecho de cortar con toda vida familiar, profesional, sexual y mundana.
- Las Vías intramundanas que se enseñan y practican en el marco de una vida familiar, profesional, sexual y mundana.
A partir de estos dos posicionamientos opuestos, constatamos que algunos Senderos, perfectamente respetables, aunque tengan una orientación extra, o intramundana claramente marcada, no han adoptado todos los elementos de uno o de otro de estos posicionamientos.
Por ejemplo: existen personas que, aunque estén viviendo  « en el mundo », pronuncian votos de tipos monásticos, mientras que a la inversa, en ciertas tradiciones, existen órdenes monásticas en las cuales uno está casado.

- La renuncia al mundo.   
Durante siglos, el Advaita ha sido esencialmente practicado en una perspectiva extramundana por los « samnyâsin », es decir, los hombres que « renunciaban al mundo ».
Tenemos el mayor respeto para todos los «  renunciantes », los samnyâsin de hoy y de los siglos pasados. Las críticas emitidas contra ellos por ciertas personas son despreciables; y las interpretaciones de algunos psicólogos sobre este tema deben de ser guardadas entre  las necedades emitidas por unas gentes mediocres incapaces de comprender lo que les sobrepasa y que generalizan de manera abusiva unas observaciones hechas sobre personas enfermas.
De tal forma que, contrariamente a lo que algunos afirman, es perfectamente posible renunciar a toda vida sexual y ser sin embargo muy feliz. Pero tal renuncia no es indispensable, y sólo debe ser realizada por las personas que tienen las predisposiciones requeridas.

- Características de nuestra época. 
En las sociedades antiguas, los deberes que pesaban sobre el hombre y que estaban ligados a su condición social, su familia y su profesión, eran muy apremiantes y por otra parte, el tiempo libre, las diversiones mucho más restringidas que hoy en día. En consecuencia, los que tenían una vocación espiritual intensa debían, para responder a su llamada, escapar de las presiones de la sociedad y elegir entre: o bien optar por la renuncia al mundo  y errar por los caminos a la manera india, o bien refugiarse en un monasterio al modo occidental.
En nuestra época, a pesar de los problemas que nuestra sociedad conoce y que no deben ser pasados por alto, estamos viviendo en una « sociedad del ocio », y toda persona que sepa organizar correctamente su tiempo, puede elegir una profesión que le deje la posibilidad de practicar unos ejercicios espirituales.
De ello se desprende que, ahora, el hecho de seguir un Sendero extramundano o intramundano ya no es una cuestión de necesidad, sino una libre elección. Podemos decir entonces que, a partir de ahora, las vías  “dentro del mundo” o “fuera del mundo” corresponden a dos tipos de vocaciones distintas. 
En consecuencia, debe quedar perfectamente evidente que en la alternativa entre dentro o fuera del mundo, la mejor vía para vosotros es la que corresponde a vuestras aspiraciones profundas. Es el único argumento que valga y las apologías de una u otra vía son partidistas.

- Los fundamentos de la Vía intramundana
Dado que un gran número de Upanishads preconizan la Vía extramundana, algunos ponen en cuestión la validez de la Vía intramundana. Les contestamos: 
En primer lugar:
Que dichas Upanishads se dirigen a las personas que siguen una Vía de renuncia, pero que en otras Upanishads una perspectiva intramundana se considera posible.
En segundo lugar:
Toda la Bhagavad Gîta se funda sobre la práctica en el seno de las actividades intramundanas.
En tercer lugar:
Sri Bhagavân Ramana Maharshi ha abierto la Realización del Advaita a todos, hombres y mujeres, renunciantes y no renunciantes.

- La problemática que había que resolver. 
Al querer proponer una iniciación en un marco intramundano, la problemática que debíamos resolver era la siguiente:
« ¿Cómo transmitir, en un espíritu de fidelidad, la Enseñanza de Sri Bhagavân Ramana Maharshi y del Advaita en occidente, de una manera intramundana? »
Transmisión que implicaba que la Enseñanza fuese transmitida por unas personas que no renunciarían ellas mismas al mundo y que no vivirían en un ashram, o un monasterio. Porque el hecho de que los instructores estén inmersos  ellos mismos en la vida mundana es importante, puesto que se enseña correctamente lo que se vive personalmente en la vida cotidiana.
Para responder a esta problemática, la de la difusión intramundana del Advaita,   hemos desarrollado una pedagogía particular que exponemos en el cuadernillo presente.

- Posicionamiento de nuestra Enseñanza. 
Proponemos una iniciación que puede ser dispensada en un marco intramundano, es decir a unas personas que están asumiendo sus deberes familiares y profesionales, pero que puede igualmente ser dispensada en un marco extramundano, a unos monjes, ermitaños y renunciantes. Porque para nosotros el contexto intramundano no resulta de la aplicación de un Principio, y si algunos han cometido el error de declarar que la renuncia al mundo era indispensable, no caemos en el error inverso afirmando que permanecer en el mundo sea indispensable.
Para nosotros, toda persona pidiendo recibir la iniciación y que tenga las aptitudes y la voluntad requerida, puede recibirla, fuera el que fuere su modo de vida intra o extra mundano. De hecho, bajo nuestro punto de vista, y en conformidad con la Enseñanza de Ramana, el modo de vida es algo secundario.
Por consiguiente, podéis recibir la iniciación y llegar a ser instructor independientemente de vuestro nivel de estudios, de vuestro medio social y de vuestra profesión, y también si vivís « fuera del mundo », es decir en la estructura de una orden monástica o bien de manera solitaria.

- Especificidad de la Vía intramundana. 
La Vía intramundana presenta, al igual que toda Vía espiritual auténtica, unas ventajas y unas dificultades que le son propias. Ninguna Vía es fácil.
Aclaremos algunas características de la Vía intramundana.

El aislamiento.
El aislamiento constituye a la vez una dificultad y una ventaja. Dicho « aislamiento » reside en esto: el que trabaja en un marco intramundano no tiene el apoyo de un grupo, es decir de una orden o de una comunidad espiritual. Tiene que trabajar de manera solitaria, en un medio indiferente a lo espiritual, e incluso a veces, que le es hostil. Lejos de ser estimulado en sus esfuerzos, a menudo se le desanima o molesta en su práctica. Tiene como consecuencia que la instauración de una práctica regular es mucho más dura en cuestión de voluntad. Numerosos son los que se desaniman. Pero esta dificultad presenta una ventaja considerable: permite un auténtico desarrollo de la voluntad. Porque contrariamente a lo que muchos se imaginan, el número de personas que tienen una voluntad plenamente desarrollada es escaso. En efecto, la voluntad sólo se desarrolla cuando realizamos unos actos libres, sin ninguna presión proviniendo de las necesidades, del entorno y de las obligaciones de la sociedad. Ahora bien, estamos sometidos a esas presiones desde la infancia. Estas presiones se encuentran también en el contexto de una comunidad monástica, o en un ashram, y además, a estas presiones, se añade la influencia espiritual proviniendo de la presencia del Maestro y de la atmósfera sagrada del lugar. En consecuencia, numerosas persona adquieren en un marco extramundano un cierto «nivel de realización», que depende del contexto en el cual viven. Que dejen este contexto y esta pseudo «realización» se disipa como humo. Nada de eso ocurre en una Vía intramundano, en la cual la instalación de la práctica es difícil, pero va acompañada por un importante desarrollo de la voluntad, ya que nada les incita diariamente al cumplimiento de esta práctica. Así que los «niveles de realización» que obtienen no se deben para nada al contexto exterior. Son estables y poderosos. Por  otra parte, los numerosos «problemas» que la gente encuentra en su vida y que sólo son consecuencia de una falta de voluntad, desaparecen.

La elección de la actividad profesional.
Si bien es verdad que una de las características de la Vía intramundana reside en el hecho de que se efectúa en el marco de una actividad profesional, eso no significa que sea compatible con cualquier tipo de actividad profesional. En efecto, existen profesiones, y sobre todo unos « modos de actuar» que se oponen a la práctica de una Vía espiritual auténtica.
Hay tres tipos de incompatibilidad:
La primera es de orden ético. Existen, en ciertas profesiones particulares unas prácticas que, aun si no son sancionables legalmente, resultan moralmente condenables. Toda persona que quiera seguir una Vía espiritual debe romper con ellas.
La segunda es de orden mental. Ciertas profesiones, generalmente unidas a una toma de responsabilidad importante, exigen una inversión mental intensa. Les resulta imposible «desconectar» después de haber acabado su « tiempo de trabajo ». Por cierto, tales profesiones permiten a menudo « hacer carrera », o « hacerse rico », pero son incompatibles con una progresión espiritual seria. Es imprescindible, para aquel que está siguiendo una Vía intramundana, poder «dejar a un lado» cada día todas las preocupaciones profesionales, con el fin de dedicarse a su práctica espiritual. Asimismo, es importante que la ejecución de su trabajo le deje un espacio de libertad interior, que le permitirá introducir la práctica de las tomas de consciencia espirituales en el seno de la realización de su trabajo profesional.
La tercera se relaciona con el empleo del tiempo. Hay personas que «trabajan demasiado». Su agenda es demasiado cargada y a menudo han caído en una hiperactividad profesional o familiar que no les deja el «tiempo libre» requerido para la práctica espiritual. Este «tiempo libre» que es necesario no tiene nada de excesivo; lo que resulta excesivo es su manera de vivir.

La actitud frente al dinero.
El dinero se considera como «algo malo» por unas personas que siguen una Vía extramundana o que están fuertemente influenciadas por la ideología extramundana. En la Vía intramundana, el dinero se considera como un «poder» que no tiene nada de «malo» en sí mismo, pero que puede llegar a serlo si se utiliza mal. Así que, en esta Vía, «ganar dinero» es una cosa buena; lo que es extremadamente negativo es el apegarse al dinero ganado. Es obvio que una vida de vividor, que utiliza el dinero que gana para satisfacer todos sus deseos, es incompatible con cualquier búsqueda espiritual auténtica.
En consecuencia, es importante que quien gane más dinero que la mayoría de las personas viviendo en el mismo país que él, conserve para su uso personal sólo lo que le es necesario para vivir de una manera decente y dedique el resto a unas obras caritativas o espirituales. Ese es el «precio» que hay que pagar para avanzar hacia el imprescindible desapego.

La cuestión de la sexualidad.
Si en una vía extramundana la sexualidad es algo que debe ser reprimido, en una vía intramundana es algo que es necesario dominar y sacralizar. Una sexualidad sacralizada llega a ser una apertura hacia la Trascendencia.
Para realizar esta sacralización, proponemos unas prácticas que sacamos de los tesoros del Tantrismo. Pero no nos equivoquemos: no tienen nada que ver con ciertas formas descarriadas que se han implantado en occidente y que proponen unas prácticas de sexualidad colectiva. Es en un marco estrictamente monógamo que enseñamos una sacralización de la sexualidad.

La importancia del secreto.
Las personas que practican en un contexto intramundano no deben olvidar que «cabalgan sobre el tigre » de las energías mundanas. «Cabalgar» sobre él es una cosa, ¡ponerse ante él y tirarle del bigote es otra!
Es importante que no olviden que están viviendo en una sociedad globalmente hostil a los valores espirituales y, en consecuencia, no deben «provocar» a las «Fuerzas» antiespirituales, que dominan de forma inconsciente la vida de la mayoría de la gente.
Dado que estas  «Fuerzas» pueden manipular a las personas que están bajo su poder, quien «provoque» involuntariamente a estas «Fuerzas» al no respetar el secreto iniciático, al dar a conocer a profanos su enfoque espiritual o al permitir a esos que se enteren de ello verá levantarse contra el múltiples obstáculos y será víctima de numerosas reacciones negativas, susceptibles de bloquear su profundización en el Sendero.
¡Estáis prevenidos!