LA ORACIÓN GNÓSTICA
Devoción y gnosis no se excluyen. Relación con el Dios vivo y fusión con el Absoluto impersonal son complementarias.
Hay una forma de rezar, en la que la identidad transcendente y la relación mística se yuxtaponen.
Haz vibrar en ti esta oración y di:
“Oh Señor, eternamente yo Te buscaré.
Eternamente me acercaré a Ti.
Eternamente crecerá mi beatitud en la que me sumerjo.
Capto tu infinitud.
Me pierdo en Ella.
Pues no sabría concretarla.
Tu Conocimiento es un néctar de que nunca te sacias.
Días y noches me embriago de Él.
El Amor Divino me intoxica.
Su goce satura todas las fibras de mi cuerpo.
¡Oh Maravilla!. La búsqueda no se acabará.
A través de múltiples ciclos Cósmicos, en innumerables condiciones de existencia, yo realizaré Tu obra.
Jamás alcanzaré la Realización, pues ya estoy Realizado.
Desde toda la eternidad, yo fui Tu Realidad.
La separación, que se supone que hace un individuo es inexistente.
Sólo Tú existes.
Tú eres las inmensidades de lo impalpable, el océano del silencio.
Tú eres todo lo que ve la mirada, la energía rutilante.
Yo soy una parcela de Tu juego Cósmico.
Único en Tu Esencia, Te has vuelto múltiple en Tu manifestación.
Tú y yo, Oh mi bien amado, jugamos el juego de la vida humana.
Yo juego a ser un hombre, y Tú juegas a ser Dios.
En la delicia de nuestra comunión, quiero amarTe cada vez más intensamente.
Vierte Tu poder en este hombre, para que tome la apariencia de ser.
Haz de él un instrumento de redención.
¡Que Tu Luz se propague por el mundo!.
¿Quién soy yo?. ¿Quién sino Tú?.
Pero que dulce es poder saborear mi identidad contigo.
Yo soy Tú en mi realidad profunda, pues Tú eres la única Realidad.
Pero yo soy yo en mi apariencia perceptible, así el Amor es posible.
A través de mí, Tú contemplas Tu abismo, gracias a Ti, yo conozco mi Esencia inmortal.
Sol Único, de reflejos infinitamente multiplicados en el espejo de las almas.
Tu Gloria impregna todas las cosas.
Tu Luz llena el universo.
Quien no Te conoce, lo disimula bajo su ignorancia.
Que mi gratitud, pueda ascender si cesar hacia Ti.
Que tu Gracia descienda sobre mí.
No Te pido nada Señor, pues Tú ya me has colmado.
Mientras que mi amor por Ti permanezca, yo seré colmado.
Nada podrá arrancarme mi amor.
Bien amado, continuemos nuestra danza a través de las fantasmagorías del tiempo.
Los éxtasis silenciosos y los trabajos, las caras y los deslumbramientos solares, forman parte de nuestra ronda.
Bendito seas Tú en el tiempo y la eternidad.
Yo Te rindo homenaje, Única Realidad omnipresente.