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Organización de los seminarios


INFORMACION SOBRE LA ORGANIZACIÓN MATERIAL DE LOS SEMINARIOS INICIATICOS PARA RESIDENTES
Sabemos que toda persona invitada por primera vez a un seminario iniciático, puede preguntarse, con más o menos inquietud, “lo que le espera”. Para responder a esta pregunta legítima le vamos a describir, con la mayor trasparencia posible, cómo se organizan los seminarios.
1) AUSENCIA ALISTAMIENTO
Lo que ocurre en algunas sectas, cuya mala reputación está perfectamente justificada, puede que le haga temer lo peor. Sobre este punto le podemos asegurar: No será alistado, ni  secuestrado. La puerta del lugar donde se desarrolla el seminario siempre permanecerá abierta, y si desea abandonar el lugar, nadie le retendrá. Por otro lado, durante el seminario, puede mantener contacto telefónico u otro con el mundo exterior. Contacto que podrán comprobar sus allegados o familiares si tienen miedo “de que se embarque en una peligrosa aventura”. Sin embargo, precisamos que el uso del teléfono o móvil, debe de reservarse a los tiempos libres indicados en el programa cotidiano.
2) AMBIENTE GENERAL
El ambiente general que reina en los seminarios de la Mayéutica Trascendente es relajado y simpático, al menos así lo esperamos. No se puede observar el formalismo ampuloso que reina en ciertos medios espirituales. La vestimenta aconsejada es de tipo “deportivo y confortable”, y el tutearse, en general, se adopta rápidamente. Este ambiente “relajado”, no impide, como probablemente se dé usted cuenta, de una “gran seriedad” en el trabajo espiritual de los participantes. Por su lado el instructor espiritual no se presenta como un “Maestro” delante del que uno se prosterna. Es un “Amigo espiritual”, al que se le aborda fácilmente y con quien se puede bromear y hablar libremente, sin precauciones oratorias particulares. Su objetivo, simplemente, es el de ayudarle a profundizar en su búsqueda interior, y la de guiarle en una práctica espiritual, que conoce de experiencia.
3) LAS CUESTIONES DE DINERO
Los que tienen la costumbre de frecuentar estancias pagando, se asombran de la profundidad y de la calidad del trabajo espiritual que se ofrece gratuitamente en los seminarios de la Mayéutica. Ellos constatan que, muy a menudo, han pagado muy caro para recibir una enseñanza mucho menos interesante.
La gratuidad de la enseñanza es un Principio al que la Mayéutica está muy apegada, pues el Don de la enseñanza debe de ser un reflejo, en nuestro mundo, de la infinita Generosidad de lo Divino. Por tanto, no se debe “pagar”, sea de la forma que sea, al instructor que le trasmite la enseñanza. Además no hay ni cotización, ni participación en los gastos, ni cuotas, ni donación de regalos. Solo se os pedirá dinero durante un seminario por dos razones: la primera es para comprar los alimentos que comerá. Al principio de la estancia cada uno, incluido el instructor, pagará su parte para cubrir los gastos de los alimentos, ya sea reembolsando las compras que habrán sido hechas antes, o bien para alimentar una caja colectiva de la que se pagarán los gastos generales.
Con el fin de poder, desde el primer día del seminario, participar en esta caja o en el reembolso, se le pide que lleve con usted el monedero. Cuando, excepcionalmente, hay que comprar una perola o bien camas plegables, para realizar un seminario, estas compras se harán igualmente con la caja colectiva. Debe darse cuenta, que en todos los casos, se tratará simplemente de permitir la compra de lo que es utilizado y sin ningún margen de beneficio. Cuando las compras son realizadas con anterioridad, los justificantes y tickets de caja estarán a su disposición. La segunda razón, por la que se le podrá pedir dinero, concierne a los seminarios en los que el instructor debe desplazarse. Seminarios llamados “alejados”. En ese caso su gasto del viaje están a cargo de los participantes.
Al principio de la estancia, estos le pagarán el precio de su viaje de ida y vuelta. Estos gastos serán repartidos a partes iguales entre los participantes. Con el fin de que este usted seguro de que no hay ninguna otra sorpresa, le precisamos que acabamos de enumerar las dos solas y únicas razones por las que se le pedirá dinero, excepto el hecho de que si deteriora usted el mobiliario o los aparatos domésticos puestos a su disposición, se le pedirá una compensación financiera.
4) LAS CONDICIONES DE ALOJAMIENTO
Las condiciones del alojamiento que le esperan, y que, sensiblemente, pueden variar de un lugar a otro, expresan lo que se puede llamar “las consecuencias de la gratuidad”. No podemos garantizaros un alojamiento de “primera clase”, como nos sería posible hacer dentro de un sistema comercial donde se pide una “participación financiera” bastante consecuente, lo que permite al organizador el alquilar locales, en los que se puede acoger confortablemente a cada participante. Con el fin de reaccionar contra el comercialismo espiritual que reina en nuestra época, la Mayéutica ha fundado su sistema de trasmisión en la gratuidad y el voluntariado.
Los seminarios Iniciáticos se desarrollan en habitaciones privadas, puesta a disposición generosamente por el instructor o por un voluntario.
Por eso, en general, tales lugares no han sido previstos para acoger tantas personas. No podemos, por tanto, asegurarle el disfrute de una habitación individual, ni siquiera una buena cama. Las habitaciones adaptadas para dormitorios son con camas plegables, o colchones en el suelo. Las mejores camas están reservadas a las personas de más edad. En lo que concierne a la sala de baño, aunque cada uno intente usarla lo más rápido posible, se ve a veces, durante los seminarios, en los tiempos libres, una cola de espera ¡Pero al final todos pueden lavarse! Por tanto es evidente que, participar en un seminario, presupone la aceptación de una austeridad relativa a las condiciones de vida. Pero no podemos imaginar que un “buscador de Verdad” serio se eche atrás por eso.
5) EL SERVICIO
Otra consecuencia de la gratuidad: no hay nadie para preparar las comidas, hacer las compras o limpiar. Por tanto se organizan equipos de servicio en el que participara, cuando llegue su turno, y durante el tiempo libre del programa, para preparar la comida, servir la mesa, limpiar el lugar, extender y recoger la ropa limpia, o bien hacer las compras, cuando estas sean necesarias.
6) EL ALIMENTO
No viene a un seminario para comer un alimento refinado. Los participantes “de servicio” deben de preparar la comida durante la hora de tiempo libre que precede a las comidas, son alimentos de una preparación muy simple los que han sido seleccionados. ¡Incluso los que no tienen costumbre de cocinar podrán hacerlo! ¡Tres menús, para el desayuno, comida y cena, son predeterminados y válidos, sin modificación, para todo lo que dura el seminario! Ventaja de esta monotonía: La gran simplicidad en la preparación y trabajo de desapego. Precisamos que el Régimen vegetariano que es adoptado durante los seminarios, ha sido estudiado para que sea perfectamente equilibrado a nivel dietético, y que no hay reducción sistemática en la cantidad. Cada uno come lo que tiene hambre. Las comidas se desarrollan en silencio, se enseña un ejercicio mental muy interesante relativo a la sacralización de la toma de alimento, y la trasmutación de las enegías vitales, cada uno puede realizar esta toma de conciencia en el silencio impuesto. Por otro lado, cuando se está fatigado, es posible preparase thé, preferible verde, al final de las comidas y en los tiempos libres. El café, cuyos efectos sobre el siquismo no son favorables, está proscrito. En fin, las personas que sigan un régimen particular, por razones médicas, están autorizadas a procurarse y preparase ellas mismas el alimento necesario para su salud.
Las estrictas exigencias morales de la enseñanza de la Mayéutica se manifiestan en la organización de los seminarios. Los dormitorios de hombres y mujeres están separadas. Durante el seminario se observará para todos, incluso para las parejas, una continencia sexual, que favorece la sublimación de las energías. El consumo de bebidas alcohólicas y de drogas, incluso dulces, está prohibido. Los fumadores son tolerados, pero solo pueden fumar en los lugares previsto para eso.
7) LA EXIGENCIA DEL PROGRAMA ESPIRITUAL
Para participar en un seminario, es necesario aceptar las reglas que rigen el programa de la vida colectiva. Programa cuya eficacia se ha ido perfilando a lo largo de los años. El instructor, con el fin de que no haya riesgo de que sea usted importunado, se reserva el derecho de expulsar a todo aquél cuyo comportamiento turbe el funcionamiento harmonioso del seminario. El buen ambiente que debe de reinar en un seminario, debe de acompañarse de un trabajo espiritual serio, y de la voluntad de realizar en uno mismo un trabajo en profundidad. En consecuencia, se pide una gran puntualidad en el respeto del programa. Para eso es indispensable que venga con un reloj. El esfuerzo de seriedad y de puntualidad que se pide, no quiere decir  que se le exija sobrepasar sus fuerzas.
Debe de saber, que si está fatigado, siempre es posible abandonar el trabajo colectivo para ir a reposar. Con el fin de favorecer el recogimiento colectivo, el uso de la radio o de la televisión está prohibido, de igual manera que los periódicos, revistas, novelas, etc. Por otra parte el programa espiritual insiste en el respeto de los periodos de silencio. Si bien está permitido hablar en los tiempos libres, en algunas prácticas colectivas así como durante la noche se debe permanecer en silencio. No hay duda que apreciará la paz, que se desprende de una vida colectiva particularmente sometida a la regla del silencio.
8) LO QUE DEBE LLEVAR SU EQUIPAJE
Debe de llevar sábanas, mantas o saco y toallas. Así como el neceser de aseo. Prevea ropa poco frágil, que no necesite limpieza. La ropa de rigor para hombres y mujeres, debe componerse de un conjunto con pantalón, que tenga como característica esencial no ser apretada, y que permita sentarse fácilmente en el suelo. Por razón de decencia las mujeres evitarán faldas, escotes, vestidos trasparentes o ceñidos. Por otro lado lleve con usted algunos “buenos” libros de espiritualidad, que estudiará durante los tiempos libres silenciosos de la noche. Reforzará la eficacia y la coherencia de su trabajo espiritual, si se trata de obras difundidas por la Mayéutica.
Por otro lado al estudiar tales obras durante un seminario, puede aprovechar los tiempos de diálogo para preguntar al instructor sobre los pasajes que le pueden parecer oscuros.
Actuando de esa manera se complementan plenamente la enseñanza oral y la enseñanza escrita. Bueno, lea atentamente su “carta de invitación”, para saber si la sala que servirá como taller de trabajo espiritual está acondicionada  o no. Si está acondicionada, solo que acabamos de indicar es necesario, sin embargo si no está acondicionada, es indispensable que traiga una manta grande de lana, esta manta independientemente de su uso nocturno, en el taller de trabajo espiritual, esta manta enrollada le servirá como cojín de meditación. Si una persona tiene costumbre de utilizar para la meditación un Zafu, o bien otro soporte, puede traerlo.
Insistimos sobre el carácter indispensable de esta medida, pues participar en un seminario sin haber previsto nada como cojín de meditación, puede trasformar en tortura, lo que debe de ser una agradable interiorización. Pero, por otro lado, sería ridículo traer el accesorio indicado, cuando el taller espiritual esté acondicionado.

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