Translate

EL RITUALISMO


Los ritos sagrados son a la vez simples, operativos, eficaces y profundos. Transmiten directamente una influencia espiritual que ayuda al aspirante en el camino de la iniciación.

El ritualismo es una degeneración del rito. Es un rito convertido en algo confuso, asfixiante, sobrecargado de símbolos inútiles, ya que no se refieren al acto operativo de la transmisión efectiva de una influencia espiritual. Los liturgistas han complicado y apelmazado la ceremonia. Se ha convertido en un formalismo vacío, convencional, no vivido desde el interior.

Independientemente de la esclerosis del rito que degenera en ritualismo, los ritos, incluso cuando están todavía vivos y operativos, son objeto de ciertas reservas, que trataremos de examinar.

La primera reserva es la de la superstición que a veces los recubre. Los ritos son supersticiosos cuando creemos que pueden provocar ipso facto la santificación, la salvación o la iniciación. Se trata en este caso, a pesar de todos los discursos que tratan de encubrirla, de una concepción bastante grosera y primitiva. La dimensión espiritual es imaginada como un mundo infantilmente antropomórfico, y se piensa que ciertos gestos, o ciertas palabras, tienen el poder de actuar de alguna forma mecánicamente sobre el destino espiritual. Inútil insistir sobre la ingenuidad de dicha visión espiritual.

Que en vías tradicionales los ritos hayan sido instituidos para dar una estructura simbólica al camino interior del adepto, todo el mundo lo sabe. Que éstas, utilizando con clarividencia sus posibilidades puedan ayudar a la transmisión de la influencia espiritual, que constituye el motor central de la iniciación, parece cierto. Donde hay una grave deformación en la comprensión del fenómeno espiritual, es cuando se concibe la realización espiritual como dependiente de tal o cual especie de rito, cualquiera que éste sea, y cualquiera que sean sus pretensiones u origen.

Una tal deformación es la consecuencia de la interpretación exotérica de una vía tradicional. En efecto, para el profano que contempla las cosas desde el exterior, lo que antes y más intensamente se le aparece son los signos visibles que son las ceremonias y los actos rituales. De esta percepción exotérica resulta el error que consiste en invertir los valores, tomando los signos exteriores por el motor iniciático. Mientras que, evidentemente, los signos exteriores y rituales de una vía tradicional no son más que la consecuencia secundaria de un proceso interior.

Aquellos que no han comprendido claramente esto, se imaginan que lo que es físicamente realizado es capaz, por sus repercusiones psíquicas, condicionar lo espiritual. Una concepción tal es justamente lo contrario de la verdad, pues la influencia espiritual parte de lo espiritual y atraviesa lo psíquico para alcanzar el mundo físico y no al contrario.

Los ritos pueden constituir una ayuda interesante, sirviendo de soporte de la transmisión iniciática de la influencia espiritual, o de estructura para la práctica que prevé el integrar el Despertar en el seno de la vida cotidiana. Esta ayuda, aunque generalmente útil y necesaria, nunca es fundamental. La superstición comienza cuando lo creemos, y cuando los ritos, en lugar de sostener y reforzar la trayectoria espiritual, pretenden ser el motor esencial de ésta.

La segunda reserva se relaciona con los ritos que tienen como finalidad y efecto el ser vínculos comunitarios. Toda sociedad humana en su funcionamiento descansa sobre un conjunto de ritos. Estos ritos existen en el mundo moderno a pesar de que están desacralizados y no se llaman tales. Pero debemos saber de lo que estamos hablando. La sociología es una ciencia muy interesante, que estudia los ritos comunitarios de las sociedades arcaicas y modernas. Ciertos de estos ritos pueden ser muy emotivos, curiosos o significativos, pero todo esto no tiene nada que ver con la espiritualidad.

La espiritualidad se desprende de la relación entre Dios y el hombre y no de las relaciones entre los hombres.

La tercera reserva concierne a los ritos que son en realidad métodos o procederes destinados a difundir energías. Este tipo de ritos es utilizado con fines mágicos para quienes el poder es la mayor preocupación, y no la espiritualidad.

En el dominio de las cosas espirituales lo que importa que difundamos es el amor y el conocimiento de Dios, así como la influencia que ayuda a otro a introducirse en este amor y este conocimiento. Tal es el criterio que permite distinguir los ritos mágicos de los ritos espirituales.

La cuarta reserva se relaciona con los ritos que constituyen medios para entrar en comunicación con poderes psíquicos, cósmicos o sobrehumanos. Estos poderes y sus influencias parecen maravillosos, interesantes o necesarios a quienes todavía no han entrado en relación con el Maestro de todos los poderes.

Todas las influencias psíquicas que puedo percibir con los ritos son, en el mejor de los casos, es decir, en el caso en el que ellas tengan una intención espiritual, canales utilizados por el Señor para prodigar y extender su Gracia. Pero estos canales siguen cursos a menudo con meandros inútiles. Canales que acarrean aguas polucionadas de muchas individualidades. Por qué tienes necesidad de vías indirectas, cuando es tan fácil beber en la fuente de todas las energías espirituales con una simple toma de consciencia. Quien entra en comunicación con el Señor, no tiene necesidad de vías enrevesadas que
llama en sus ritos a fuerzas o influencias psíquicas.

Entrar en comunicación con el Señor y abrirse a Él es algo muy simple, pues Él está más cerca de mí que todo lo que me es lo más próximo.

La quinta reserva tratará de los ritos que por desvitalización no son más que signos simbólicos. El fin de un signo es indicar una dirección. No os detengáis mucho tiempo delante de los rótulos anunciadores. ¡Marchad hacia la ciudadela!

El fin de un símbolo sagrado es expresar una verdad. Habiendo comprendido la verdad no debemos permanecer en la contemplación beata de su formulación simbólica.
Debemos comprender la verdad interiorizándola.

La forma puede indicarnos lo informal, pero solamente sobrepasando la forma alcanzaremos lo informal. Quien se retrasa en la forma se arriesga a ser absorbido por ella.

No despreciéis los símbolos, pues son un signo para los que todavía no saben, y una ayuda para los que debutan. Pero tú que sabes, abandona rápidamente toda clase de simbolismo que no refuerce tu Despertar a la Ultima Realidad informal.

Hay un apego a los ritos. Hay un apego sentimental hacia las formas exteriores de la religiosidad. Romped este apego y sobrepasar los ritos inútiles y petrificados. Entra en la comunión silenciosa, más allá de toda tradición, más allá de todo símbolo.
Ve hacia la pura luz informal.

Esta Luz está justo encima de ti.

Todo intermediario es un obstáculo.

Si un rito te lo muestra, y refuerza tu comunión con Eso, bendícelo y utilízalo.

Si un rito no te es de ninguna ayuda en el camino de esta toma de consciencia, aléjate de él.