Resumen de la estructura iniciática
Como en muchas iniciaciones tradicionales, existen en lo que proponemos tres niveles: Noviciado, Gnosticado, Adeptado.
Sin embargo, antes de llegar al Noviciado, hay que haber franqueado el Postulado.
- El Postulado.
El Postulado se define como un período bastante corto, durante el cual nos aseguramos de que la persona posee las aptitudes necesarias en cuestión de ética.
Se trata de estudiar, aceptar y empezar a poner en práctica las Reglas de vida, de las cuales damos un breve resumen en los párrafos siguientes.
En cuanto la persona que haya recibido las Reglas de Vida pueda confirmar:
En primer lugar:
Que, después de haber estudiado con gran atención su exposición, se siente en total acuerdo con cada una de ellas sin excepción y con el ideal general que ellas proponen.
En segundo lugar:
Que se ha esforzado sinceramente durante un mes para ponerlas en práctica y que tiene la firme intención de seguir en su vida cotidiana con esta puesta en aplicación.
La etapa selectiva del Postulado ha sido superada y la persona recibe los textos que corresponden a la etapa iniciática que debe trabajar.
Observemos que, durante el periodo en el que el postulante estudia las Reglas de Vida, puede hacer a su instructor todas las preguntas que le parezcan necesarias para su puesta en práctica.
- El Noviciado.
El primer nivel de trabajo iniciático es el del Noviciado.
Durante el Noviciado, el trabajo de los ejercicios de la atención, las prácticas de recogimiento y la práctica de las tomas de consciencia en el seno de las actividades cotidianas, todo eso constituye el camino que lleva a la Gnosis.
El objetivo del Noviciado es vivir por una experiencia interior sutil la presencia de nuestro Sí (Atmâ), es decir de nuestra Identidad verdadera como pura Consciencia (Chit) distinta del cuerpo y de la mente.
El Noviciado se caracteriza por una adaptación a las características confesionales y a las predisposiciones personales del practicante. Más allá del Noviciado, estas especificidades desaparecen y la Enseñanza se vuelve uniforme.
Existen dos grados de transmisión en el seno del Noviciado.
- El primer grado del Noviciado.
En el primer grado, la práctica se adapta a la estructura espiritual de cada persona.
Durante el postulado, el tipo de técnica contemplativa y las tomas de consciencia que debéis realizar durante la vida cotidiana varían según sea vuestra orientación, confesional o no. Estas técnicas dependen igualmente de si habéis practicado la meditación o no y, en caso afirmativo, cuál ha sido la naturaleza de vuestra práctica.
- Los cuatro tipos de tipos de Novicios.
En la etapa del Noviciado, consideramos que existen cuatro tipos fundamentales de practicantes:
- Los que tienen una predisposición por la devoción informal.
- Los que tienen una predisposición por la devoción formal.
- Los que tienen una predisposición por la devoción cósmica.
- Los que tienen una predisposición por la práctica no devocional.
Los tres primeros tipos se caracterizan por el aspecto « devocional » de su enfoque. Entendemos por «predisposición devocional» el hecho de dirigirnos a Dios a través de la oración y elevar nuestros sentimientos hacia Él. Esta tendencia devocional puede ejercerse en un marco confesional o bien fuera de cualquier vinculación religiosa.
Esta devoción es llamada « informal », cuando el amor, la veneración y la sumisión se dirigen hacia Dios en su realidad invisible, omnipresente e informal.
Esta devoción es llamada « formal », cuando el amor, la veneración y la sumisión se dirigen, o bien hacia una persona, un Maestro, un ejemplo humano, con una dimensión histórica marcada (Jesús Cristo, la Virgen María, el Buda, un Boddhisattva, Confucio, Lao-Tse, Krishna, un Sat-Gurú hindú tal como Ramana Maharshi, Ramakrishna, Mâ Ananda Moyî, etc.), o bien hacia una representación simbólica de lo divino (Shiva, Vishnu, Kali, Sarasvatî, o un Yidam tibetano).
Esta devoción es llamada «cósmica» cuando lo Divino está aprehendido a través de la Naturaleza, en la cual se percibe Su gloriosa Manifestación.
A cada uno de estos tres tipos de devoción, la transmisión iniciática de la Mayéutica propone un trabajo espiritual diferente, porque es evidente que lo que puede ser apropiado para uno, no tiene que ser forzosamente conveniente para otro.
Pero al lado de las personas que están predispuestas por naturaleza para la devoción, existen otras que, por lo contrario, no lo están. Estas personas, a menudo, están desprovistas de cualquier vinculación confesional y desean, con toda independencia y libertad, buscar la experiencia de la Trascendencia, que se sitúa más allá de todos los conceptos teológicos. Para tales personas, la transmisión iniciática de la Mayéutica propone otro tipo de trabajo espiritual, adaptado a lo específico de su enfoque.
- Convergencia de las cuatro prácticas.
Así pues. la transmisión iniciática, lejos de intentar «hacer entrar a todos en el mismo molde », se adapta, por el contrario, a la especificidad de cada uno de los grandes tipos de predisposiciones espirituales que hemos descrito.
Se ha dicho que: "Todo lo que sube converge ». Esto se puede comprobar cada día en el seno de la Mayéutica, puesto que personas teniendo unos enfoques tan dispares como las que acabamos de evocar, cuando trabajan en el Sendero iniciático, terminan por llegar a la misma experiencia interior.
- Objetivo del primer grado.
El objetivo del primer grado es aprender, con un desplazamiento de la atención, a desarrollar la capacidad de sentir, de una manera voluntaria y fácil, pero no constante, que existimos fuera del cuerpo físico, a una corta distancia de este, encima, o hacia la parte posterior de la cabeza. Situándonos así “fuera del cuerpo” seguimos percibiendo y observando a éste último. Tal posicionamiento engendra, de forma espontánea, una transformación de la vivencia en nosotros mismos y en el desarrollo de la vida humana.
Sentirse existir como independiente del cuerpo y de la mente, que para nosotros sólo son unos objetos de observación, es empezar a experimentar nuestro Sí (Atmâ), nuestra Identidad verdadera, que es pura Consciencia vacía de contenidos y Testigo inmutable de todas las percepciones.
- Segundo grado del Noviciado.
En el segundo grado del Noviciado la práctica es la misma para todos.
Se caracteriza por lo que llamamos:
“La transmisión de la absorción en el Sí interior (Antaryâtman)”.
Después de que las técnicas del primer grado hayan permitido el descubrimiento de la presencia en nosotros mismos del Sí, de nuestra “Identidad suprema” más allá del cuerpo y de la mente, se trata ahora de aprender a “absorberse en El” con unas técnicas contemplativas y en el seno de la vida cotidiana.
Esta absorción constituye “el Despertar trascendente”. Este Despertar se caracteriza por el refuerzo de la transferencia de la sensación de existencia al nivel del Sí (Atmâ).
- Adaptaciones a los casos particulares.
En ocasiones, entramos en contacto con personas que ya tienen una experiencia del Sí, o que, al haber vivido unas experiencias de No-Dualidad, se han adelantado a lo que corresponde a ciertas etapas de la estructura iniciática que transmitimos.
Estas personas comenzarán su trabajo espiritual directamente en el segundo grado del noviciado pero sin descuidar esta base fundamental constituida por las Reglas de Vida.
Luego, recibirán las diferentes etapas de la iniciación según la progresión clásica que está prevista.
Sin embargo, queda claro que si ciertas etapas se refieren a un aspecto espiritual que ya hayan integrado en su vivencia, estas etapas, que constituirán para ellas un simple repaso, podrán ser franqueadas muy rápidamente.
De esta forma, estas personas, al mismo tiempo que se apoyarán en lo que ya hayan adquirido anteriormente, completarán esta adquisición y podrán focalizar su esfuerzo sobre lo que les falta aún.
- Condiciones para acceder al Gnosticado.
Cuatro condiciones son requeridas para pasar del Noviciado al Gnosticado:
- Conocer por experiencia el Despertar transcenderte.
- Estar de acuerdo con las Reglas de Vida y estar decidido a esforzarse sinceramente por aplicarlas.
- Ser capaz de practicar diariamente la meditación.
- Introducir en el interior de cada una de las horas de la vida cotidiana las prácticas transmitidas, que deben tener lugar durante el cumplimiento de las actividades profesionales y familiares.
- El Gnosticado.
Se caracteriza por la transmisión de las etapas siguientes:
- 1. Transmisión sobre la toma de consciencia de la ilusión fenomenal (maya vahada).
- 2. Transmisión sobre la Gnosis de la Identidad trascendente más allá de la experiencia (Brahmajnâna).
- 3. Transmisión de la Gnosis englobante (Sarvam Brahma jnâna).
- 4. Transmisión de la Suprema Gnosis sin conceptos (Prajnâ).
- 5.Transmisión de la búsqueda de la vivencia constante de la Suprema Gnosis (Prajnâ-Nishtha).
- 6. Transmisión del establecimiento en el Sí ( tma-samstha).
- 7. Transmisión de la permanencia eterna más allá del Ser y del No-Ser (Nitya-Sat-Asat).
- 8. Transmisión del Estado Natural (Sahaja-Avasthâ).
- 9. Transmisión sobre el Devenir infinito.
- Pequeña explicación sobre la última etapa.
En esta etapa se retoma el « punto de vista del hombre » como servidor de nuestro Sí. Como nada puede sobrepasar la inmutabilidad eterna del Estado Natural, se trata del devenir del instrumento humano. Esta última etapa contiene un análisis de los «signos» de la Liberación en esta vía (Jivan Mukti), lo que constituye un método de control permitiendo comprobar en la vivencia humana la integración de las etapas de la iniciación y, llegado el caso, remediar a ciertas insuficiencias. Se entiende que, en este nivel, no hablamos ya desde hace mucho tiempo de «nuestra vivencia», sino de la: «vivencia humana», es decir de lo que debe reflejarse en el seno de una vida humana a la cual ya no nos identificamos. Aunque tal vivencia forme parte para nosotros de las cosas exteriores que percibimos, el reflejo que constituye da testimonio de una verdadera adquisición, a falta de la cual toda la llamada «Realización» no sería más que una ficción meramente subjetiva.
Duración de cada etapa.
El tiempo durante el cual una persona debe trabajar una etapa es variable. Todo depende de la intensidad de la práctica, de la entrega personal, así como del tiempo y de los esfuerzos consagrados. Por otra parte, es natural que tal o cual etapa resulte más difícil de franquear que otra.
Aunque no se pueda establecer una regla, la duración clásica necesaria para asimilar una etapa varia entre tres meses y un año.
Aparte de casos especiales, de los cuales hemos hablado y por los cuales la etapa que se trabaja constituye un mero repaso y una consolidación, el hecho de considerar que hemos asimilado una etapa en menos de tres meses es la manifestación de un autoengaño o resulta de una confusión entre la mera comprensión y la asimilación en la vivencia. Por lo tanto, algunas peticiones de paso a otra etapa podrán verse denegadas.
En cambio, permanecer en la misma etapa durante más de un año cuando las técnicas transmitidas han sido practicadas, resulta anormal. Cuando se produce, se aconseja pedir una entrevista particular para analizar la situación.
- Observación.
Podemos decir, sin fanfarronear, que esta estructura iniciática es muy rica y que entre las personas comprometidas en una búsqueda espiritual desde hace muchos años, numerosas son las que se quedan sin progresar en un cierto nivel que para nosotros no constituye más que una etapa. Pero esta riqueza tiene también su desventaja: hay que estar dispuesto a realizar un trabajo intenso durante años.
¿Estáis dispuestos a ello?
- El Adeptado.
El Adeptado se relaciona con las prácticas y las acciones de las personas que forman parte de nuestra Cofradía iniciática. Sólo aquellos que hayan acabado la recepción de las transmisiones iniciáticas del Gnosticado pueden formar parte de esta Cofradía. Cualquier miembro de la Cofradía participa, de manera visible o invisible, a la difusión del Conocimiento.
Entre los miembros de la Cofradía las personas que asumen la función de instructor o instructora tienen evidentemente un lugar preeminente, puesto que es sobre ellas que descansa la perennidad de dicha Cofradía.
Pero sólo se puede llegar a ser instructor después de haber recibido una formación pedagógica y haber superado los controles que se hacen al final de la formación.
Esta formación puede ser emprendida a partir del nivel de la Gnosis englobante, pero obviamente las funciones de instructor sólo pueden ser plenamente asumidas después de haber acabado el Gnosticado.